Cuando la vida te cierra una puerta, te abre otras.
Cuando la vida te cierra una puerta, te abre otras. Así de simple, ¿no? Pero cuando lo vives en carne propia, todo cambia. Las relaciones y las situaciones que al principio parecen tener tanto potencial a veces terminan tomando giros que no esperabas. Lo que creías que iba a ser algo bueno, resulta no ser lo que pensabas.
Con el tiempo, las personas muestran su verdadera cara. Es como si, poco a poco, todo se fuera revelando. Y lo que al principio te atraía empieza a desmoronarse. De repente, te encuentras en una situación que no te hace bien, y te das cuenta de que, por más que lo intentaste, no vale la pena seguir ahí.
Lo curioso es que, cuando esto pasa, el universo tiene una manera muy extraña de hacerte ver que no te debes aferrar a lo que no te sirve. Es como si, al cerrar una puerta, otras oportunidades empezaran a aparecer. Nuevos caminos, nuevas opciones… aunque al principio no los veas.
Soltar no es fácil, y no porque no puedas, sino porque a veces te da miedo lo que viene después. Pero la verdad es que aferrarte a algo que no te hace bien solo te detiene. La vida te lo va mostrando poco a poco, hasta que te das cuenta de que es hora de dejar ir.
El truco está en dejar que todo fluya. No se trata de rendirse, sino de confiar en que lo que venga, aunque no lo entiendas del todo, puede ser justo lo que necesitas. Y cuando aprendes a soltar, te das cuenta de que abres espacio para algo mejor, algo que te ayuda a estar en paz y seguir adelante.
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My aim is to live a balanced and meaningful life, where all areas of my life are in harmony. By living this way, I can be the best version of myself and make a positive difference in the world. About me →