Salud Emocional
Proceso de sanación de mi niño interior.
Psicóloga a cargo: Magda Yunes
El bienestar emocional es un viaje que nos invita a explorar y reconciliarnos con nuestro pasado. A través de una perspectiva psicoanalítica, abordamos la historia personal que hemos construido a lo largo de los años, especialmente con relación a nuestros padres. Esta interpretación, inspirada en las teorías de Sigmund Freud, nos brinda la oportunidad de comprender los detalles emocionales que nos han formado y las tangentes que han dirigido nuestras narrativas internas.
Entendiendo las Sombras del Pasado
Nuestros padres, como primeros agentes formadores, influyen significativamente en nuestra percepción del mundo y nuestra autoimagen. Las sombras del pasado, esas experiencias y momentos que dejaron una marca, se convierten en aspectos fundamentales a tratar durante este proceso terapéutico.
La Carta a mi Padre
Esta tarea implica escribir una carta dirigida a mi padre, pero no es una carta ordinaria. Se busca plasmar todas aquellas quejas, todos esos momentos que, por su naturaleza, se han quedado grabados en la memoria. Aquellas situaciones hermosas y amables, aunque importantes, no son el foco de este ejercicio, pues lo que buscamos es enfrentar y comprender las heridas.
La confidencialidad es esencial. Este espacio es seguro y está reservado únicamente para Magda (psicóloga) y yo. El objetivo es explorar y registrar aquellos acontecimientos que, a veces en silencio, han influido en mi perspectiva de la vida y en mi relación con mi padre. Recuerdos como experiencias en la escuela o la percepción de preferencia hacia mis hermanas servirán como pilares en este ejercicio.
La finalidad es simple pero profunda: vaciar el corazón de quejas, de resentimientos, de confusiones. Al enfrentar y plasmar estas emociones y recuerdos, se inicia el proceso de sanación. Las anécdotas de mi niñez, las vivencias y percepciones desde mi versión de niño serán cruciales en este proceso.
Mirando al Futuro
Una vez que esta carta se complete, se dará paso a la siguiente etapa: una carta dirigida a mi madre. Este continuo ejercicio de introspección y expresión no sólo busca sanar las heridas del pasado sino también sentar las bases para un futuro más armónico y comprensivo.
La meta trasciende la simple escritura: se busca curar al niño interno, ofreciéndole la oportunidad de ser escuchado, comprendido y finalmente sanado.
📏 Rúbrica de evaluación
- Número de Eventos Detallados: Esto puede ayudar a entender la magnitud de las experiencias recordadas.
- Intensidad Emocional: En una escala del 1 al 10, ¿cuán intensos fueron los sentimientos asociados a cada recuerdo?
- Frecuencia de Eventos: ¿Fueron estos eventos aislados o repetitivos?
- Nivel de Claridad: ¿Cuán claramente puedes recordar el evento? (1: Vago, 10: Muy Claro)
- Impacto Actual: En una escala del 1 al 10, ¿cuánto afectan estos recuerdos a tu vida actual?
📝 Guía para Escribir la Carta
- Inicio: Comienza describiendo el propósito de la carta y a quién va dirigida.
- Honestidad: Es vital ser honesto contigo mismo y con los recuerdos que compartes.
- Detalles: Aporta tantos detalles como sea posible para cada evento. Estos detalles pueden ayudar a entender mejor el impacto del evento.
- Sentimientos: Describe cómo te sentiste durante el evento y cómo te sientes ahora al recordarlo.
- Reflexión: Considera cómo estos recuerdos han influenciado tu vida y relaciones actuales.
📋 Lista de Preguntas Sugeridas para Reflexionar
- ¿Cómo te hacían sentir estos eventos cuando eran actuales? ¿Y ahora?
- ¿Qué te hubiera gustado que tu padre hiciera de manera diferente?
- ¿Hay algún evento positivo que cambie la perspectiva de estos recuerdos?
- ¿Cómo han influido estas experiencias en tus relaciones actuales?
🔚 Al Terminar La Carta.
Al finalizar tu carta, dedica un momento para reflexionar sobre todo lo que has escrito. ¿Hay algo más que quisieras agregar? ¿Hay algún paso o acción que quieras tomar a partir de esta reflexión?